Presión en el Senado para ampliación de la Corte y salvar pliegos: Dialoguistas en acción.
Tras una reciente polémica desatada en el ámbito judicial, se ha abierto un abanico de posibilidades en el Senado para resolver las negociaciones pendientes. Todo comenzó con el decreto de Javier Milei que designó a Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla como jueces de la Corte Suprema de Justicia en comisión. Ahora, se busca obtener el apoyo necesario para aprobar estas nominaciones del Gobierno.
En medio de esta situación, algunos senadores de la oposición buscan revocar los pliegos de los mencionados jueces, mientras que otros más cercanos al oficialismo plantean la posibilidad de ampliar la Corte Suprema. Esta propuesta incluiría la presencia de una mujer en una de las plazas vacantes, tal como lo había sugerido el kirchnerismo anteriormente.
En el Senado, se discuten diferentes estrategias para lograr consensos y llegar a los dos tercios requeridos para aprobar las nominaciones. Se baraja la idea de una Corte Suprema de 7 miembros, con una representación equitativa de género. Sin embargo, no todos están de acuerdo con esta propuesta, ya que algunos sectores prefieren una Corte de 9 miembros.
En medio de estas discusiones, también se plantea la posibilidad de que el Gobierno retire las nominaciones de Lijo y García-Mansilla, aunque esta medida tendría sus propias implicaciones. En definitiva, el escenario político actual se presenta complejo, con distintos actores buscando alcanzar sus objetivos en medio de tensiones y negociaciones.
En síntesis:
– ¿Cuál fue el origen de la controversia en el Senado?
La controversia surgió a raíz del decreto de Javier Milei que designó a Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla como jueces de la Corte Suprema de Justicia en comisión.
– ¿Qué propuesta se plantea en relación a la ampliación de la Corte Suprema?
Se discute la posibilidad de una Corte Suprema de 7 miembros, con una representación equitativa de género.
– ¿Qué medidas se están considerando para resolver la situación actual?
Se baraja la idea de retirar las nominaciones de Lijo y García-Mansilla, aunque esta medida tiene sus propias implicaciones.
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