Radicales sanrafaelinos, “de la peluca” con Cornejo
El acuerdo al que arribó, días atrás, el gobernador mendocino Alfredo Cornejo con los hermanos Milei con vistas a las elecciones legislativas ha deparado amargas críticas por parte de la mayoría de los radicales “puros” mendocinos. En ese mismo sentido, los correligionarios sanrafaelinos están, incluso, más enojados con el caudillo sancarlino.
Y es que, en primer término, consideran que esta es una nueva claudicación de los valores y las banderas radicales históricos en pos de una presunta -a confirmar- ganancia electoral. Con las varias alianzas que pesan en la última historia del partido de Alem (sobre todo con sectores de la derecha, Macri y Milei a la cabeza), los defensores de la boina blanca rememoran que esas experiencias no han terminado bien y que han llevado a que la identidad radical se haya ido diluyendo casi hasta la desaparición.
Hay que decirlo: esta alianza parece ser, de todas, donde el radicalismo más cede. De hecho, la presentación de las listas para legisladores nacionales y provinciales mostró una minoría de dirigentes radicales en los lugares “entrables”. Todo parece teñirse de violeta donde antes se veía rojo y blanco.
En San Rafael la cosa es aún peor. Históricos dirigentes radicales no pueden creer la acomodaticia y sumisa actitud de Cornejo en el armado de las listas. Observan, entre indignados y perplejos que solo un dirigente sanrafaelino -Leonardo Yapur- tenga chances de integrar la Legislatura, en su caso provincial.
Para colmo, en la presentación del acuerdo del espacio que aun no tiene nombre pero que se descarta que contendrá la palabra “Libertad”, el actual ministro mileísta pero surgido de las filas radicales Luis Petri dijo, muy suelto de cuerpo, que el actual presidente es mejor que lo que fue Raúl Alfonsín.
“Que se rompa pero que no se doble”, era la consigna de los dirigentes fundadores de la Unión Cívica Radical. Pareciera que estos son, entonces, tiempos de rupturas en el oficialismo menduco.
