El trago amargo de la Cerveza en Alvear
La Fiesta de la Cerveza de General Alvear, un evento que se anunciaba con bombos y platillos, terminó dejando un sabor profundamente amargo en las arcas y en la credibilidad de la gestión local. El fracaso de convocatoria es innegable y la cifra, contundente: apenas 10.000 personas asistieron, muchos de ellos sanrafaelinos.
Pero el problema real, la vergüenza comparativa , es el contraste brutal con el éxito de eventos cercanos. Mientras la Fiesta de la Cerveza reunía a diez mil almas con una inversión multimillonaria, la reciente Fiesta de la Primavera de San Rafael congregaba a más de 80.000.personas con una gestión que probó su eficacia. El abismo entre ambos números no es casualidad; es la prueba irrefutable de un déficit de gestión y planificación.
Esos millones que el Municipio y la Provincia destinaron a la Fiesta de la Cerveza son recursos que Alvear necesita con desesperación en áreas estructurales: en el mantenimiento de caminos rurales o en la ampliación de la red educativa. En un contexto de crisis económica y de ajuste, la elección de prioridades es, cuanto menos, cuestionable.
La gestión parece haber optado, una vez más, por la pirotecnia y el espectáculo efímero , creyendo que las grandes inversiones garantizan el éxito sin necesidad de una planificación seria o una conexión real con la demanda popular.
El fracaso no es, por lo tanto, un simple error de marketing; es un fracaso político y de gestión . Es la prueba de que, mientras un municipio vecino sabe atraer a las masas, la administración alvearense prioriza la foto de un fin de semana con una inversión desmedida por sobre la verdadera inversión social y económica. La ciudadanía tiene el derecho y el deber de exigir a las autoridades que rindan cuentas detalladas de cada peso gastado en esta Fiesta, para que el costo de esta resaca no lo termine pagando, una vez más, el bolsillo de todos los alvearenses y varios mendocinos más.
