La elección de diputados: modelos enfrentados y la campaña desigual de Félix y Petri
La elección de Diputados Nacionales en Mendoza presenta una marcada polarización entre dos figuras políticas fuertes que representan modelos de país radicalmente distintos: el ex intendente de San Rafael, Emir Félix (Frente Encuentro Peronista), y el actual Ministro de Defensa, Luis Petri (en alianza con La Libertad Avanza). Sin embargo, la disputa expone una curiosa dinámica: la presencia territorial total del peronismo frente a la virtual ausencia de su principal contrincante.
La disputa electoral no es solo por una banca en el Congreso; es un plebiscito sobre la actual dirección económica. Petri, primer candidato por la alianza que respalda al oficialismo nacional, ha enfocado su campaña en la defensa a ultranza de la gestión, apelando al concepto de “libertad” y de “rumbo correcto” asumido por el Gobierno, aun a costa del “sufrimiento” económico. Su campaña, no obstante, está limitada por su rol como Ministro, lo que lo obliga a tener una escasa presencia en el territorio mendocino.
Félix: La voz de la producción en crisis
Frente a la defensa de los ajustes por parte del oficialismo, el peronismo mendocino, liderado por Félix, ha elegido la trinchera de la producción y el empleo. El exintendente ha puesto el foco en los efectos devastadores de la política de libre importación y la recesión sobre las economías regionales.
En sus declaraciones de campaña, Félix ha pintado un panorama dramático para el sector vitivinícola y frutícola, temas que afectan directamente al sur de la provincia. Sus advertencias son concretas y alarmantes:
“El problema es que se abre la importación por debajo de ese valor [del costo de elaboración]… la economía ha empezado a ser desesperante. Ya empezás a ver muchísimas hectáreas sin podar; esa es la antesala del abandono.”
Félix, quien compite en la boleta junto a Marisa Uceda, utiliza la crisis del sector para confrontar el modelo libertario, alertando que la pérdida de un viñedo no es un simple quiebre comercial, sino una destrucción de patrimonio productivo que tarda años en recuperarse.
Dos campañas, dos mundos
El contraste es palpable:
Luis Petri (Alianza LLA/UCR): Ausente en el territorio por su función ministerial, su campaña se nacionaliza y se basa en la lealtad al Presidente y el apoyo al “cambio definitivo”. Pide el voto como un aval al Gobierno Central, buscando capitalizar la fuerte base electoral que La Libertad Avanza conserva en Mendoza.
Emir Félix (Frente Encuentro Peronista): Con una campaña de alto voltaje territorial, recorre la provincia con un discurso anclado en los problemas cotidianos. Busca interpelar al productor, al comerciante y al trabajador que sufren el ajuste. Su mensaje es claro: la crisis productiva es la demostración del fracaso del modelo que Petri defiende.
La elección de Mendoza, con su sistema de Boleta Única de Papel y doble urna, deja una pregunta ineludible en el aire: ¿premiará el mendocino con su voto un modelo nacional que lo ignora, dejando que sus productores se hundan por un tecnicismo económico, o elegirá un representante que ha hecho de la defensa de la economía regional y el empleo su bandera de campaña?
Este domingo, la elección de Diputados no se dirime en Buenos Aires, sino en las fincas y los comercios que, según las advertencias de Félix, están al borde del colapso. En la balanza está la lealtad al centro político o la defensa urgente de los intereses de la tierra. El mandato que se otorgue a la Nación será, en última instancia, el mandato que la provincia se dé a sí misma.
