La responsabilidad de Petri en la muerte de un piloto de la Fuerza Aérea
En el contexto de un lamentable accidente que sacudió a la Fuerza Aérea Argentina, el piloto Mauro Javier Testa La Rosa perdió la vida tras un siniestro aéreo ocurrido el 15 de julio de 2024 en San Luis. Si bien las causas exactas del siniestro están bajo investigación, este trágico evento no puede ser analizado de forma aislada, ya que pone de manifiesto una grave problemática de la cual el ministro de Defensa, Luis Petri, tiene una responsabilidad política ineludible.
La muerte de Testa La Rosa en un caza A4-AR Fightinghawk, un modelo con una historia de servicio y de accidentes, revela la crónica de una muerte anunciada. La falta de inversión en las Fuerzas Armadas, el envejecimiento de la flota aérea y la escasez de repuestos y mantenimiento adecuado son un peligro real para la vida de los pilotos. El hecho de que un piloto muera durante una misión de entrenamiento no es una fatalidad, es una consecuencia directa de la negligencia y de una política de defensa que ha sido relegada a un segundo plano por años.
El ministro Luis Petri, como máxima autoridad política de la Defensa, no puede deslindarse de esta responsabilidad. Su deber es garantizar que los miembros de las Fuerzas Armadas cuenten con el equipamiento y las condiciones de seguridad necesarias para llevar a cabo sus tareas. La muerte de un piloto bajo su gestión es un fracaso de su administración. No alcanza con expresar condolencias en redes sociales o lamentar la pérdida. La verdadera responsabilidad de un ministro es prevenir que este tipo de tragedias ocurran.
Los pilotos de la Fuerza Aérea no son mártires. Son profesionales que arriesgan su vida por la seguridad de la nación y merecen ser protegidos por el Estado al que sirven. La tragedia de Testa La Rosa es un llamado de atención, pero también una acusación. El Estado tiene una deuda de seguridad y de inversión con sus fuerzas. La muerte de un piloto es un recordatorio de que la inacción mata. La responsabilidad del ministro de Defensa es dejar de lado la retórica y tomar medidas urgentes y concretas para evitar más muertes. La vida de un soldado no puede ser un número en el presupuesto.
