Milei en San Rafael, ¿Show o Soluciones?
La posible llegada del presidente Javier Milei al Almuerzo de las Fuerzas Vivas en San Rafael se está transformando en una compleja encrucijada política. Más allá del acto protocolar, el evento se perfila como un test de coherencia para la alianza entre La Libertad Avanza y el radicalismo mendocino, liderado por Alfredo Cornejo. El sur provincial, históricamente postergado -y hoy aún más por la dupla Milei/Cornejo-, exige respuestas que van más allá del ajuste macro y que chocan de frente con las prioridades de Buenos Aires.
El principal punto de fricción debería ser la histórica demanda por el Paso Las Leñas. San Rafael, Malargüe y General Alvear necesitan la concreción de este corredor bioceánico como motor de su economía. La pregunta clave que el sector productivo pondrá sobre la mesa del Presidente es directa: ¿La Nación priorizará esta obra estratégica o la dejará morir en el freezer de la motosierra fiscal? La respuesta será la prueba de fuego de la supuesta visión federalista de la alianza.
A esta tensión local se suma la sombra del escándalo Espert. La presencia de Milei en Mendoza, en plena campaña electoral, no puede ignorar el reciente terremoto generado por la vinculación de su aliado José Luis Espert con fondos de dudoso origen y su tardía capitulación a un nuevo periodo como diputado nacional. La crítica no es solo moral, sino política: en un momento donde el Gobierno exige “altura moral” y combate la “casta”, el blindaje a un dirigente envuelto en acusaciones de “Narcogate” introduce una distracción que erosiona la credibilidad de todo el proyecto libertario. La sociedad sanrafaelina, que enfrenta la crisis económica con mucho esfuerzo, se pregunta con razón por qué la ética pública parece ser negociable en función de la conveniencia electoral en distritos clave.
Finalmente, la misma alianza Milei-Cornejo se pone a examen. Si bien la unión se justifica bajo la consigna de combatir al kirchnerismo y consolidar el orden, la colaboración no puede ser un cheque en blanco.
Si la visita se reduce a un intercambio de elogios sin un solo anuncio de peso, el acuerdo político se habrá hecho a costa de las necesidades de Mendoza.
En resumen, la visita de Milei a San Rafael es una cita con la verdad. El Presidente debe elegir si su rol será el de un jefe de campaña que viene a blindar una alianza con un escándalo a cuestas, o el de un estadista que asume la responsabilidad de atender las demandas productivas históricas que hacen al futuro del país. El sur mendocino ya está harto de fotos; exige hechos y transparencia.
