Potrerillos: Cornejo pasó la topadora proselitista y sumó nuevas críticas

La inauguración de obras en el perilago del dique de Potrerillos por parte del gobernador Alfredo Cornejo, lejos de ser unánimemente celebrada, generó un profundo malestar entre la comunidad de deportistas acuáticos de la zona. La polémica surgió luego de que videos e imágenes de topadoras avanzando sobre la costa, presuntamente para el montaje del acto oficial, se viralizaran en las redes sociales.
La inversión de 5.000 millones de pesos, destinada a transformar el perilago en un polo turístico con infraestructura hotelera y gastronómica, fue recibida con escepticismo por quienes utilizan el dique para la práctica de deportes como el kitesurf y la vela. El descontento se hizo palpable a través de las redes sociales, donde circuló un video que mostraba una topadora trabajando en el lugar donde históricamente los clubes y deportistas se han posicionado.
“Qué vergüenza. Encima se fueron dejando basura y todo tirado, solo para una fotito en las redes”, expresó un deportista de la comunidad de kitesurf en un comentario que reflejó el sentir general. Otros usuarios manifestaron su frustración ante lo que consideraron un “oportunismo electoral” por parte del gobierno, denunciando años de abandono y la falta de apoyo a sus actividades, para luego ver cómo las máquinas ingresaban al área sin previo aviso ni diálogo.
A pesar de que el gobierno aseguró que el desarrollo del perilago garantizará el acceso público y la convivencia con los deportes náuticos, el incidente ha puesto en evidencia la tensión entre el desarrollo turístico y la preservación de los espacios utilizados por las comunidades deportivas locales.
El enojo de los deportistas se centra en la falta de consideración por el espacio que han mantenido y limpiado por años con sus propios medios. Este episodio añade un nuevo matiz a la polémica que ya rodeaba el anuncio de Cornejo, sumando a las críticas políticas y ambientales la voz de un sector que se siente desatendido y, ahora, directamente afectado por las obras.
La historia de la inauguración en Potrerillos, entonces, no solo es la de una presunta gran inversión, sino también la de un conflicto latente entre el progreso planificado y las realidades de quienes hacen del dique su lugar de deporte y recreación.