Tras la derrota en Buenos Aires, ¿qué hará Cornejo?
La derrota de La Libertad Avanza (LLA) en la provincia de Buenos Aires, el distrito electoral más grande del país, tiene un impacto directo y significativo en Mendoza, afectando la posición del gobernador Alfredo Cornejo y la relación de la provincia con el gobierno nacional. Este revés electoral se interpreta como un mensaje de la ciudadanía que obliga a una reconfiguración política a nivel nacional y provincial.
La derrota en Buenos Aires, sumada a otros resultados adversos en el interior, debilita políticamente al gobierno de Javier Milei. Esto implica que la Casa Rosada tendrá menos margen de maniobra para imponer su agenda sin negociar, lo que afectará directamente la relación con los gobernadores. Para Mendoza, esto significa que Cornejo no solo puede, sino que debería, negociar con mayor firmeza los intereses de la provincia. La expectativa de un “plan motosierra” que se ejecutaba sin objeciones se disuelve, y la necesidad de consensos se vuelve urgente para el oficialismo nacional.
La reacción negativa de los mercados financieros tras la derrota de LLA genera una mayor incertidumbre económica. La subida del dólar y el aumento del riesgo país afectarán, seguramente, la gestión de Mendoza.
En lo político, la relación de Cornejo con el gobierno nacional ha sido una fuente de críticas. Se lo acusa de tener un doble discurso: por un lado, se alinea con las reformas estructurales de Milei; por el otro, se distancia de la “motosierra” pero aboga por el “bisturí”.
En este nuevo escenario, la derrota de LLA en Buenos Aires no solo lo obliga a repensar su estrategia política, sino que también reabre las críticas a su figura. Su próximo paso estará bajo el escrutinio de quienes ven en él a un político que, detrás de su imagen de “gestor”, esconde un estilo netamente personalista, con un historial de polémicas que lo alejan de una figura de consenso y liderazgo democrático.
Sus próximos pasos estarán bajo el escrutinio de quienes ven en él a un político que actúa por conveniencia más que por principios.
