Desobediencia de las cámaras Laboral y del Crimen al fallo de la Corte Suprema
La Justicia nacional está en plena ebullición. Dos cámaras más se sumaron a la rebelión contra el fallo Levinas, que dictaminó que las sentencias de las cámaras nacionales de fueros ordinarios deben apelarse ante el TSJ porteño y no ante la Corte Suprema. La Cámara Civil lideró esta resistencia, seguida ahora por la Cámara del Trabajo y la Cámara del Crimen.
Con un total de tres tribunales desobedeciendo la orden, la batalla legal está en su punto álgido. La Cámara del Trabajo reafirma su posición de seguir enviando los expedientes cuestionados a la Corte nacional, mientras que la Cámara del Crimen señala las posibles consecuencias negativas de acatar la decisión del TSJ porteño.
El fallo Levinas, firmado por ministros de la Corte Suprema el año pasado, ha desencadenado una serie de reacciones en cadena que ponen en entredicho la jerarquía judicial establecida. La resistencia de los jueces nacionales de la Ciudad de Buenos Aires es palpable, y la falta de diálogo entre la Nación y la Ciudad complica aún más la situación.
La Corte Suprema ha dado un paso inusual al renunciar a intervenir en casos “nacionales” hasta que el TSJ porteño se pronuncie. Esta decisión marca un precedente importante en la lucha por la autonomía judicial de la Ciudad.
En síntesis:
La resistencia de los jueces nacionales de la Ciudad de Buenos Aires contra el fallo Levinas ha desencadenado una crisis en la Justicia nacional, con tres cámaras desafiando la autoridad del TSJ porteño y la Corte Suprema.
Preguntas frecuentes:
– ¿Por qué las cámaras nacionales están desafiando el fallo Levinas?
Las cámaras consideran que la decisión de apelar ante el TSJ porteño va en contra de la ley y afecta la autonomía judicial.
– ¿Cuál es la postura de la Corte Suprema en este conflicto?
La Corte Suprema ha renunciado a intervenir en casos “nacionales” hasta que el TSJ porteño se pronuncie, marcando un precedente en la lucha por la autonomía judicial de la Ciudad.
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