CORNEJO NO DEFINE: ¿TIENE MIEDO?

El clima electoral “de medio término” está alcanzando su calor a lo largo y ancho de la Argentina. Sin embargo, en Mendoza hay un misterio trascendental ya que el gobernador Alfredo Cornejo aún no define la fecha de las elecciones en Mendoza.
Esta falta de previsibilidad, además de cooptar las estrategias de los diferentes partidos, también es una manera de mantener en vilo a la población. Frente a ello, tanto desde el Partido Justicialista como, por caso, el PRO le han reclamado al cacique radical (¿radical?) que defina prontamente el cronograma.
Mendoza -Cornejo- ya se sumó a las provincias que, bajo el discutible pretexto de achicar el gasto, suspendió las elecciones PASO. Eso también modificará el esquema pero lo que no queda claro es -ni más ni menos- cuándo los mendocinos iremos a votar legisladores.
Todos los caminos conducen a una explicación para la indecisión de Cornejo: está especulando, analizando cuál es el escenario que le pueda dar mayor rentabilidad política. Si acuerda con Milei, qué supondrá ese eventual acuerdo, y varios etcéteras más.
Y también está claro que su idea es ceder lo menos posible del edificio de poder que construyó en la última década como gobernador (formal y virtual) de Mendoza. En ese sentido, un objetivo lo desvela: no está dispuesto a perder la mayoría automática en la Legislatura provincial y, para ello, deberá hacer una elección con mejores resultados que los obtenidos en 2023. Algunos de sus allegados sostienen –bajo estricto off de record y “sin que el petiso se entere”- que Cornejo teme como poco al hecho de ver en la realidad una pérdida en su preciada omnipotencia.